No
molestes mamá, estoy aprendiendo
Hay una cita que me gustaría
destacar: “El profesor del siglo XXI ha de preparar a sus estudiantes para un
futuro incierto” (Marc Prensky).
Esta cita se puede interpretar
como que actualmente todo ha cambiado con respecto a épocas anteriores y lo
seguirá haciendo, por eso, nosotros podemos enseñar de una forma que hoy en día
es innovadora y que llama la atención tanto de la persona que enseña como de la
que aprende. Incluso los videojuegos formarán parte de este papel.
Veamos una entrevista que Eduard
Punset hace a Marc Prensky:
“El sistema educativo no puede
estar calcado a como era en el pasado, sino que tiene que ser un sistema que
permita a los niños encontrar el trabajo que ahora no encuentran, y para
adquirir esto, se necesitan nuevas habilidades y nuevas competencias” (Eduard
Punset). Cambiar el sistema educativo no solo nos va a permitir conocer nuevas
tecnologías y nuevas metodologías, sino también otro tipo de valores como es
trabajar en equipo e investigar.
Para poder cambiar y conseguir
unos resultados positivos, lo primero que tenemos que hacer es preguntarnos cómo tiene que ser un maestro/a del siglo
XXI y cuál es el papel que cumple la
tecnología en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En esta entrevista Eduard Punset
pide a su entrevistado que justifique su afirmación acerca de los videojuegos,
los cuales no son tan perjudiciales como todos/as pensamos. Pues bien, siempre
que hablamos de videojuegos, solo pensamos en los efectos negativos que estos
producen en los niños/as, pero nunca hemos oído hablar de los positivos. Vemos
dichos efectos en el siguiente cuadro:
Ventajas
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Desventajas
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Proporciona alegría y placer, dan intensidad a
nuestras vidas, permiten comunicarnos con nuestros iguales aunque estén
lejos.
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Son conflicto
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Tienen reglas que nos proporcionan estructura
y disciplina, así como también unos objetivos que nos dotan de motivación, nos
hacen sentirnos libres y protagonistas de ese aprendizaje.
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Competición
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Presentan resultados y consecuencias de
nuestros actos.
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Reto
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Son interactivos, nos enseñan a cooperar con
los demás, valores como la empatía, el civismo, la solidaridad, tolerancia,
paciencia, comprensión.
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Oposición.
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Agudizan la creatividad y el ingenio mediante
ejercicios que implican retos o misiones en los cuales tienes que saber
buscar la información y hacen que puedas mantener la atención por más tiempo.
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Como nos gusta, nunca olvidaremos lo aprendido.
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Como podemos ver, son más las
ventajas que las desventajas que tiene aprender con esta metodología, pero
siempre la debemos utilizar con moderación, en mi opinión, no tomarnos esto al
pie de la letra, ya que si abusamos de dicho sistema, sí que puede tener otros
efectos negativos que afectarían a la personalidad.
Según este autor, las personas
que en su infancia han jugado con videojuegos son más profesionales, ya que
enseñan a asumir riesgos, a tomar buenas decisiones, etc.
Marc también habla de nativos
digitales, es decir, niños que nacieron rodeados de videojuegos y que, por
tanto, están mucho más familiarizados, a diferencia de los adultos, los cuales
necesitan crear un hábito de uso y sentirse atraídos. Se calcula que pasan unas
10.000 horas jugando a videojuegos, según Punset. ¿Qué supone esto? Por ejemplo
leer conlleva que haya una historia, mientras que los videojuegos, según Marc,
llevan una resolución de problemas los cuales nos gusta resolver. Si estos
mismos problemas nos los planteasen en la escuela, seguro que pensarían que no
tienen tantos aspectos negativos y que, en lugar de reprimirles en jugar, les
recompensaríamos mediante refuerzo positivo. Para resumir lo que acabo de
reflexionar, utilizaré una expresión que me ha llamado la atención de E.
Punset: “Experiencias diversas comportan estructuras cerebrales diferentes y la
estructura de los que las utilizan son diferentes de los que no las utilizan”.
Según Eduard Punset, hay quien
dice que los jóvenes no podemos concentrarnos en un solo problema, ¿por qué?
Sabemos lo que pasa aunque no estemos mirando otro estímulo al que prestarle
atención porque, según Marc, la mayoría de las cosas no requieren el 100% de
nuestra atención, a no ser que sea algo que lo reconozcamos o asociemos a la
urgencia, la cual hace que descarguemos más adrenalina.
En épocas anteriores, la
educación era más monótona, más rígida, pero a medida que ha ido avanzando el
tiempo, nos encontramos con nuevos contextos que la han cambiado de manera
notable, y en mi opinión, la ha cambiado a mejor. Los niños y niñas se
divierten más aprendiendo, los maestros y maestras son más cercanos a la hora
de enseñar, es decir, que ha cambiado desde el punto de vista de la inclusión,
un concepto muy importante que debemos tener en cuenta en nuestra futura labor
como docentes. Cuando hablo de dicho concepto, en este caso, me refiero a que
cada alumno/a puede utilizar un material diferente para realizar las mismas o
diversas actividades, por lo que todos/as podrán tener un mayor acceso. Siempre
tenemos que mirar de acuerdo a las capacidades o intereses que presente nuestro
alumnado.
Por último, quiero compartir otra
reflexión que hace Marc que creo que es importante: “El deber de la Educación
es motivar”, de ahí estos cambios para despertar su interés, utilizando cosas
que verdaderamente les apasione para aprender los mismos contenidos que
previamente teníamos programados. Este investigador compara al alumnado con
cohetes espaciales y al profesorado y a las familias como herramientas que ayuden
a prepararlos, esto es, ser guías y no adultos que imponen tareas.